Un indiecito ganador
El Indiecito Solari fue un jugador de gran calidad que integró el equipo multicampeón de los 90. Tanto en River, como después, se cansó de ganar títulos…
De familia futbolera, Santiago fue mamando desde temprano el amor por la redonda. Su padre, Eduardo, y su tío, Jorge, son ex jugadores que inculcaron en este flaco habilidoso el ADN futbolero que ellos llevaban.
El Indiecito salió de la cantera millonaria por lo que su adaptación para ponerse la camiseta Más Grande fue rápida y satisfactoria. Debutó en mayo del 96, en un equipo inmenso que peleaba todos los frentes. A las dos fechas marcó su primer gol, a Ferro, y ya a fines de año se consolidó como titular.
El estilo de juego de Solari iba muy a tono con el de River en general y sobretodo el de ese River en particular. Un equipo ultraofensivo al que le gustaba manejar la pelota y ser protagonista de los partidos. En indiecito jugaba de volante por la banda izquierda y en muchas ocasiones se hacía eje para comandar los ataques o se mostraba como descarga para el 10.
Formó parte del plantel tricampeón, logrando los campeonatos Apertura 96, el Clausura y el Apertura del año 97. Cuatro días antes, había levantado la Supercopa, venciendo en la final al San Pablo de Brasil. Sí, un verdadero campeón con La Banda.
En el club de Nuñez jugó hasta el 99. Estuvo en 100 partidos y convirtió 17 goles. Emigró a España para disputar una temporada con el Atlético Madrid, con el que no le fue muy bien (el equipo descendió), y de allí pasó al Real Madrid, donde se afianzó durante un largo tiempo.
Con los merengues, Solari jugó durante 5 años, del 2000 al 2005 y ganó de todo; dos Ligas, dos Supercopas españolas, una Supercopa europea, la Champions y la Copa Intercontinental en 2002. Un fenómeno…
Del Madrid pasó al Inter, de Italia. Jugó hasta el 2008 y mantuvo esa linda costumbre de salir campeón: dos Supercopas de Italia, tres Scudettos y una Copa de Italia.
Además de pasión por el fútbol, heredado y desarrollado, Santiago se ha interesado siempre por la cultura, visitando museos o sitios de interés general en cada lugar donde viajó gracias a su profesión. Es un lector fiel y desde 2007 escribe artículos relacionados al deporte para el diario El País.
En la actualidad, sigue ligado al club madrileño ya que es el entrenador del Real Madrid Club de Fútbol Juvenil, uno de los equipos de inferiores que tiene este gigante de España. Si bien ya dijo que quiere dirigir en Primera, no tiene apuro para hacerlo. Prefiere alcanzar un punto de madurez y formación aún más elevadas.
El indiecito Solari es un jugador fácilmente identificable con el juego bonito que pretende un hincha de River y una gloria de aquellos dorados años noventa. Si bien vive en Madrid y parte de su corazón lo tiene con el merengue, Santiaguito no reniega de sus inicios y recuerda con gran afecto su paso por la Institución millonaria.
En una nota para El Gráfico, Solari compara sus dos pasiones futboleras, River con el Real Madrid:
“Son dos clubes con solera: les gusta el fútbol elegante, han sido muy exitosos respetando ese fútbol, son exigentes no solo con la victoria sino con el camino, sus canchas están ubicadas en puntos de la ciudad con cierto glamour…”
Indiecito, un crack y un ganador que supo llevar con orgullo la camiseta más linda del planeta.
Por: Diego Adur